Ha sido una semana realmente maravillosa, agotadora, pero muy interesante. El viernes, fue el primer día que pasé en la Fundación Tiovivo, una asociación que, a través de Hipoterapia ayuda a las personas a superar muchos límites. Las clases con los caballos fueron una increíble oportunidad para entrar en contacto con los animales y la estimulación física y mental. Para mí esta es una lección importante,por la paciencia, la calma y la comprensión de la otra persona.

   El viernes en Murcia durante el festival de tres culturas se celebró para mí un concierto único, la banda Kroke actuó junto a Anna Maria Jopek. Kroke es un grupo de mi ciudad natal, que tuve la oportunidad de escuchar muchas veces. Cada año se celebra en Cracovia Festival de la Cultura Judía; un gran evento para los artistas que vienen de todas partes del mundo.
Durante el concierto, ya me sentía como en este festival. Era sensación muy especial para mí, escuchar a alguien de mi propia ciudad en un concierto en Murcia. Un pedazo de mi ciudad a su alcance. El concierto fue increíble, todo el tiempo, me sentí como en Cracovia. O tal vez, me sentí tan bien porque en Murcia también es ya un poco mi casa, y además de la música de Cracovia fue para mí una combinación única.

Desde que estuve en el concierto volví de muy buen ánimo. Espero que a la gente de Murcia le gustara la banda Kroke. Tal vez gracias a este concierto, habrá alguna persona que esté interesada en la música klezmer o música de Judíos polacos. Los festivales tres culturas son una oportunidad increíble para aprender la música de otras religiones y otros lugares del mundo. La música es un lenguaje universal y comprensible para todo el mundo. Se rompen las barreras y permite que se pueda llegar a conocer otras culturas sin palabras.



   El sábado por la mañana me marché a Granada, una ciudad que hace muchos años que ya visité durante unas vacaciones con mis padres. Supongo que entonces ni siquiera se me pasó por la mente que iba a vivir tan cerca de esta ciudad. En Granada, disfruté muchísimo. Es una ciudad agradable, llena de amables personas sonrientes. El sábado terminé la noche visitando la Alhambra, el palacio en la noche es aún más impresionante, con una gran iluminación y un montón de rincones y grietas. Todo el día caminé por las estrechas calles de Granada y traté de comer diferentes tapas en los bares. El Domingo regresé a la Alhambra, cuyos jardines y otros edificios también son hermosos. La Alhambra y Granada me gustó mucho. De nuevo el viaje ha sido un gran éxito y espero ya al siguiente.









Todos los días está haciendo calor,  así que tengo que pensar en ir a la playa :)
Kaja